¿ARTE TECNOLÓGICO? BLANCA REGO CONSTELA.
¿ARTE TECNOLÓGICO?
En este artículo, Blanca Rego hace una crítica a los nuevos cambios en el arte de hace años hasta ahora, en el que están muy presentes las tecnologías.
Lev Manovich arguye en su libro El lenguaje de los nuevos medios de comunicación que " los nuevos medios son viejos medios que han sido digitalizados". En la línea de esta afirmación, podríamos preguntarnos si la tecnología es una característica definitoria del arte digital y multimedia o si en realidad el arte siempre ha sido tecnológico y lo que ha cambiado es simplemente el soporte.
Todas las disciplinas artísticas tradicionales, desde la pintura a la escultura, la fotografía, el cine o la música, exige el uso de algún tipo de instrumento más o menos técnico: pinceles, cinceles, cámaras, instrumentos musicales, etc. Quizás la única excepción serían aquellas artes en las que la herramienta es el propio cuerpo del artista, como el teatro o la perfomance, pero incluso en este caso son raros los ejemplos en los que la obra se desarrolla sin ningún tipo de elemento externo, como atrezo, decorados o focos. Es más, ¿no es el propio lenguaje un sistema de codificación y por lo tanto una tecnología? ¿Es posible el arte en un vacío tecnológico absoluto?
Esto no significa que la tecnología actual sea equivalente a la de hace 100 años, ni siquiera a la de hace 20, la revolución digital ha implicado cambios que han afectado al arte en muchos sentidos. De entrada podríamos hablar de la aniquilación de la distancia física y la disolución de la realidad material por parte de las tecnologías virtuales o la telecomunicaciones.
Hoy en día, el arte ya no tiene ninguna necesidad de acudir a lo material, la obra puede crearse,distribuirse y archivarse directamente utilizando medios virtuales, lo que a su vez nos lleva al tema de la inmediatez, de la disolución de la distancia entre creador y receptor.Estamos tanto ante una disolución del espacio como del tiempo. No obstante, el instrumento y la materia siguen presentes, lo digital puede ser virtual, pero para acceder al mundo virtual sigue siendo necesario un elemento físico.
La fotografía, el cine, la música y todos los demás medios artísticos actuales son los mismos que los de hace 100 años, y sus formas y lenguajes no han cambiado. Lo que está cambiando es la manera de crear y distribuir, de ver los objetos y de comunicarnos.
La contradicción no es que el arte pueda ser tecnológico sino que habiendo sido siempre tecnológico ahora se hable por primera vez de un arte tecnológico. Esto se debe probablemente a que la ruptura que nos ha tocado presenciar es la del medio tecnológico, la de lo digital, no un cambio conceptual o formal radical que rompa con la herencia anterior. Popper menciona en From Trchnological to Virtual Art a infinidad de artistas de principios del siglo XX, tanto como antecedente como inspiración de todas las tendencias actuales. El arte lumínico, el arte interactivo, el arte con láseres, etc. existen desde que existen las herramientas para crearlos o incluso desde antes, no olvidemos que las ideas creativas suelen preceder a las herramientas que permiten llevarlas a cabo.
El ARTE TECNOLÓGICO no es más que una evolución lógica, una respuesta al tiempo que nos ha tocado vivir y a las tecnologías de las que disponemos. No obstante, con estas reflexiones no pretendo sugerir que el arte digital no implique nada nuevo, ya he mencionado que la verdadera transformación radica en los métodos de creación, distribución y visionado. Nunca hemos tenido a nuestra disposición tanto arte, tan inmediato y tan asequible. Con intelectualmente no quiero decir que sea un arte más simple o superficial sino que estamos más familiarizados que nunca con el medio, el soporte, el lenguaje y el material por lo que para todo aquel ajeno al mundo artístico puede resultar mucho más próxima y comprensible una obra digital que un cuadro o una película clásicos.
Es difícil saber si hoy en día hay más artistas que hace 80 años. Lo que sí sabemos es que, gracias a los ordenadores e Internet, prácticamente todo el mundo tiene en sus manos la posibilidad de crear y mostrar su trabajo artístico, algo que antes era imposible o poco factible, sobre todo si trabajabas en medios como el cine o vídeo que resultaban especialmente caros. Por ahora los intermediarios siguen jugando un papel importante, al menos a nivel institucional, pero hoy en día cualquier artista con un ordenador conectado a Internet puede mostrar su trabajo al mundo, y aunque de entrada la difusión no es la misma que puede dar un museo o una multinacional, existen infinidad de creadores de todo tipo que viven de su trabajo artístico sin acudir a terceros.
En este artículo, Blanca Rego hace una crítica a los nuevos cambios en el arte de hace años hasta ahora, en el que están muy presentes las tecnologías.
Lev Manovich arguye en su libro El lenguaje de los nuevos medios de comunicación que " los nuevos medios son viejos medios que han sido digitalizados". En la línea de esta afirmación, podríamos preguntarnos si la tecnología es una característica definitoria del arte digital y multimedia o si en realidad el arte siempre ha sido tecnológico y lo que ha cambiado es simplemente el soporte.
Todas las disciplinas artísticas tradicionales, desde la pintura a la escultura, la fotografía, el cine o la música, exige el uso de algún tipo de instrumento más o menos técnico: pinceles, cinceles, cámaras, instrumentos musicales, etc. Quizás la única excepción serían aquellas artes en las que la herramienta es el propio cuerpo del artista, como el teatro o la perfomance, pero incluso en este caso son raros los ejemplos en los que la obra se desarrolla sin ningún tipo de elemento externo, como atrezo, decorados o focos. Es más, ¿no es el propio lenguaje un sistema de codificación y por lo tanto una tecnología? ¿Es posible el arte en un vacío tecnológico absoluto?
Esto no significa que la tecnología actual sea equivalente a la de hace 100 años, ni siquiera a la de hace 20, la revolución digital ha implicado cambios que han afectado al arte en muchos sentidos. De entrada podríamos hablar de la aniquilación de la distancia física y la disolución de la realidad material por parte de las tecnologías virtuales o la telecomunicaciones.
Hoy en día, el arte ya no tiene ninguna necesidad de acudir a lo material, la obra puede crearse,distribuirse y archivarse directamente utilizando medios virtuales, lo que a su vez nos lleva al tema de la inmediatez, de la disolución de la distancia entre creador y receptor.Estamos tanto ante una disolución del espacio como del tiempo. No obstante, el instrumento y la materia siguen presentes, lo digital puede ser virtual, pero para acceder al mundo virtual sigue siendo necesario un elemento físico.
La fotografía, el cine, la música y todos los demás medios artísticos actuales son los mismos que los de hace 100 años, y sus formas y lenguajes no han cambiado. Lo que está cambiando es la manera de crear y distribuir, de ver los objetos y de comunicarnos.
La contradicción no es que el arte pueda ser tecnológico sino que habiendo sido siempre tecnológico ahora se hable por primera vez de un arte tecnológico. Esto se debe probablemente a que la ruptura que nos ha tocado presenciar es la del medio tecnológico, la de lo digital, no un cambio conceptual o formal radical que rompa con la herencia anterior. Popper menciona en From Trchnological to Virtual Art a infinidad de artistas de principios del siglo XX, tanto como antecedente como inspiración de todas las tendencias actuales. El arte lumínico, el arte interactivo, el arte con láseres, etc. existen desde que existen las herramientas para crearlos o incluso desde antes, no olvidemos que las ideas creativas suelen preceder a las herramientas que permiten llevarlas a cabo.
El ARTE TECNOLÓGICO no es más que una evolución lógica, una respuesta al tiempo que nos ha tocado vivir y a las tecnologías de las que disponemos. No obstante, con estas reflexiones no pretendo sugerir que el arte digital no implique nada nuevo, ya he mencionado que la verdadera transformación radica en los métodos de creación, distribución y visionado. Nunca hemos tenido a nuestra disposición tanto arte, tan inmediato y tan asequible. Con intelectualmente no quiero decir que sea un arte más simple o superficial sino que estamos más familiarizados que nunca con el medio, el soporte, el lenguaje y el material por lo que para todo aquel ajeno al mundo artístico puede resultar mucho más próxima y comprensible una obra digital que un cuadro o una película clásicos.
Es difícil saber si hoy en día hay más artistas que hace 80 años. Lo que sí sabemos es que, gracias a los ordenadores e Internet, prácticamente todo el mundo tiene en sus manos la posibilidad de crear y mostrar su trabajo artístico, algo que antes era imposible o poco factible, sobre todo si trabajabas en medios como el cine o vídeo que resultaban especialmente caros. Por ahora los intermediarios siguen jugando un papel importante, al menos a nivel institucional, pero hoy en día cualquier artista con un ordenador conectado a Internet puede mostrar su trabajo al mundo, y aunque de entrada la difusión no es la misma que puede dar un museo o una multinacional, existen infinidad de creadores de todo tipo que viven de su trabajo artístico sin acudir a terceros.
Extraído de: https://es.scribd.com/document/351250523/Arte-Tecnologico
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