EL SECRETO DE LA TECNOLOGÍA QUE GANA EL ÓSCAR.
El secreto de la tecnología que gana el Óscar
El 'software' es solo uno de los elementos clave para crear los impresionantes efectos visuales de películas como ‘El libro de la selva’, en la que han trabajado 800 personas durante un año
El guión es conocido. La película El libro de la selva (2016) es la historia de Mowgli, un niño criado por una manada de lobos en el bosque tropical de India, que inicia un viaje de autodescubrimiento acompañado por sus amigos animales. Pero nada de lo que aparece en la pantalla existe en la realidad, salvo el niño, el actor neoyorquino Neel Sethi, de 13 años. El filme se rodó casi íntegramente en un estudio de Los Ángeles (EE UU) con su único protagonista vivo. El resto —la jungla india, el oso Baloo, la pantera Bagheera, la serpiente pitón Kaa y así hasta 224 personajes animales— fue creado por la multinacional londinense Moving Picture Company (MPC) y la compañía neozelandesa Weta Digital.
El director, el estadounidense Jon Favreau, decidió grabar una película sobre la selva en un estudio en el que no había ni una maceta. Para ello fue necesario crear nuevas tecnologías para “hacer posible lo imposible”, en palabras de la española Ruth Asensio, directora del Departamento de Bocetos de MPC en Montreal (Canadá). Un equipo de más de 800 artistas gráficos trabajó durante más de un año para crear una jungla hiperrealista donde solo había un plató azul. Sus supervisores —Robert Legato, Adam Valdez, Andrew R. Jones y Dan Lemmon— recogieron el pasado domingo el Óscar a los Mejores Efectos Visuales por esta obra.
Balbás, cofundador del estudio Minimo VFX, ha trabajado en cintas como Avatar y Un monstruo viene a verme y en las sagas de El Señor de los Anillos y Harry Potter. Dirige la feria internacional de efectos visuales B´Ars, en Barcelona, y conoce bien los secretos de MPC. Trabajó allí entre 2011 y 2012. A su juicio, el Óscar está “merecidísimo”. El equipo de la multinacional creó nuevos programas de software para simular de manera exacta los músculos, la piel, el pelaje y hasta los bigotes de 54 especies diferentes de animales. 55, contando con los humanos.
La espina dorsal de este tipo de programas es Maya, un software de animación, modelado, simulación y renderización en 3D. El personaje se mueve, tiene pelo e incluso llora gracias a esta herramienta. Es la que usó Balbás, por ejemplo, para construir la parte mecánica y anatómica del hipogrifo de la saga de Harry Potter. Pero hay programas para todo, como Houdini, la herramienta experta en crear efectos como partículas de agua y objetos que rebotan o se destruyen. “Hay muchos avances en realidad virtual: procesadores de geometría, de texturas… Nuestro trabajo es un aprendizaje continuo. Cada año hay que actualizarse. Y, si algo no existe, hay que crearlo”, asegura Ruth Asenso.
https://elpais.com/tecnologia/2017/03/03/actualidad/1488534554_355005.html
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