COL·LEC: LA FUSIÓN ENTRE PERSONAS ARTE Y TECNOLOGÍA.

Col·lec: la fusión entre personas, arte y tecnología

ENTREVISTA TRAS SU ÚLTIMO PROYECTO DE ARTE Y TECNOLOGÍA CON PERSONAS.


Col·lec  : son futuro. Son el futuro. Se trata de un equipo multidisciplinar de jóvenes que nació en 2013 como colectivo inter- universitario; las aulas se les quedaban pequeñas y querían más Así que decidieron empezar a experimentar con la tecnología y las emociones, sumergiéndose en experiencias inmersivas, medios físicos y reflexiones entre la realidad y la ficción. Nosotros los conocimos en los ciclos Our of Metrics y supimos que debíamos seguirles la pista. Tienen inquietudes, tienen ganas de conocer y buscar un porqué humano para utilizar la tecnología. Una razón de ser para seguir introduciéndola en nuestras vidas. Su último trabajo se llama My Artificial Muse y explora los límites de la inteligencia artificial, ¿puede un ordenador crear inspiración? ¿puede una musa ser artificial?   Los entrevistamos para que nos cuenten en qué consiste este proyecto y todos los demás que llevan a sus espaldas.También nos recomiendadan proyectos a los que seguir de cerca y trazos de futuros para no perdernos. 
THIS IS COL- LEC: 





¿Qué es Col·lec?
Col·lec es un estudio creativo que genera experiencias inmersivas entorno a las emociones de las personas. Comunica a través de narrativas y acciones que se encuentran en la fusión de medios físicos y digitales, buscando usar la tecnología de forma más experiencial y tangible.

– ¿Cómo surgió la idea?
Nació en 2013 como un colectivo inter-universitario que buscaba poder experimentar fuera de las aulas. Al principio éramos catorce estudiantes sin un rumbo concreto, simplemente con ganas de aprender mediante proyectos, en los que incorporábamos un punto participativo. Poco a poco nos enfocamos en proyectos de comunicación, a través de la interacción, de acciones y de experiencias que involucran a las personas dentro de un concepto, un evento o una empresa. Actualmente, seguimos teniendo la misma filosofía de hacer proyectos tangibles e inmersivos con la participación de las personas, pero antes hacíamos cosas mucho más abstractas, y con el tiempo hemos ido transmitiendo mensajes más claros y con un fin más concreto.

¿Quién forma el equipo?
Trabajamos en un equipo multidisciplinar muy variado. Somos ocho personas de base, del mundo del diseño, la ingeniería y la comunicación, y de nacionalidades distintas. En cada proyecto incorporamos personas al equipo con conocimientos específicos. Esta metodología es muy dinámica, porque nos permite colaborar con personas muy distintas de las que siempre podemos aprender. A la vez, el equipo no es demasiado grande y esto nos permite poder mantener una relación más cercana con los clientes. Es de agradecer una estructura en la que entre todos tenemos un contacto muy cercano, y a la vez podemos contar con personas externas con visiones diferentes.

– Armonía entre arte y tecnología. ¿Cómo se consigue?
Hoy en día los medios digitales son el estándar, pero como humanos nos marca más aquello que tocamos y nos envuelve de forma física. Nosotros buscamos incorporar siempre la tecnología con la premisa de que genere una interacción o un vínculo con las personas. Las personas son una pieza clave en nuestros proyectos, sin ellas no tienen sentido. Es por eso que no sólo tratamos la tecnología, sino crear una reacción, ya sea un pensamiento fugaz, una reflexión o una emoción sin palabras. No somos estrictamente artistas, y la tecnología no es nuestro fin, sino un medio con el que trabajar.




– ¿Nos contáis en qué consistió vuestro último proyecto “My Artificial Muse”?
My Artificial Muse es una performance que explora la colaboración entre la inteligencia artificial y los humanos en el proceso creativo y artístico. Mediante un espectáculo audiovisual y el artista Albert Barqué-Duran pintando en directo, se cuestiona si una musa puede llegar a ser artificial, es decir, si el elemento de inspiración puede ser creado por un ordenador.

El espectáculo fue creado por Barqué-Duran junto con Mario Klingermann, artista especializado en código, que ideó la Red Neuronal Artificial: la inteligencia artificial que mediante algoritmos y bases de datos, genera una musa. Este proceso inspira a Barqué-Duran para recrear una musa con una técnica tradicional como es la pintura, generando así un diálogo entre máquina y humano.



¿Cómo se pone a la práctica esta figura creada con inteligencia artificial?
Desde el principio el reto de Col·lec en este proyecto fue representar los dos mundos que forman el proceso de creación: el mundo humano y el mundo de la inteligencia artificial. Los bajamos de manera tangible, trabajando dos áreas distintas del escenario, el área del humano, un mundo plano, de dos dimensiones, donde se ubica la tela de la pintura y el área de la I.A., un espacio que va más allá de las 3 dimensiones, representado por un cubo que proyecta las distintas fases del proceso del algoritmo.

Queríamos explicar con una narrativa clara todo el proceso que se lleva a cabo “dentro de la máquina” para que el público pudiera entender la dualidad constante entre lo que pintaba el hombre y lo que procesaba la máquina. La performance se dividió en cuatro actos para explicar las distintas etapas de creación. El planteamiento no busca enfrentar a los dos mundos sino sumarlos, es por esto que aparece una tercera área donde el humano interacciona con la máquina estableciendo un diálogo y un intercambio de conocimientos.


Extraído de: https://tendencias.tv/diary/apps-blogs-tecnologia/col·lec-la-fusion-entre-personas-arte-y-tecnologia/


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